02.06.- Cuartín

Por lo común, los dormitorios en las casas campesinas eran pocos y pequeños y su mobiliario pobre y parco. A mediados del siglo XVIII, la mayoría de las viviendas tenían uno o dos cuartos y había algunas que no contaban con él. Los miembros de una familia dormían todos en un cuarto o sala común con la excepción, si era posible, de los padres y los abuelos.  Las camas, como la que se expone, eran camas de relleira o tablas con jergón de hojas de maíz, sábanas de lino y una colcha.

Cuartin

Las huchas (arcas), los baúles y los cofres fueron hasta finales del siglo XIX casi el único mobiliario de la casa. Cuando resultaban insuficientes para almacenar el ajuar textil y la vestimenta, ésta se colgaba de unas varas colocadas en los techos de las habitaciones.

Destaca en este espacio un bercio (cuna) con el fondo de tablas y unos agujeros en el borde superior cuya función era permitir trasladar al niño y sujetarlo para que no se destapara o cayese mientras la madre trabajaba en la casa o se ausentaba para ir a la huerta o al hórreo.